Tomado de: El Colombiano.
Para que su hijo no llegue con la lonchera intacta, como si no la hubiese ni mirado, ¿es de quienes ha optado por poner mecato y alimentos ultraprocesados que le llamen más la atención? Esa no es la solución, debido a que los niños necesitan nutrientes que les alimenten, dice Natalia Zuluaga Arroyave, docente de Nutrición y Dietética de la Universidad CES.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “en los dos primeros años de la vida de un niño, una nutrición óptima impulsa un crecimiento sano y mejora el desarrollo cognitivo. Además, reduce el riesgo de sobrepeso y obesidad”.
Empacarles mediamañana, precisa la docente, permite romper los ayunos prolongados, y así no deben esperar desde el desayuno hasta la siguiente comida principal, el almuerzo. Otro beneficio que se tiene es que se evita la compra de alimentos en la escuela. Por lo general, los chicos seleccionan aquellos que tienen altos contenidos en grasa y azúcares. La OMS recomienda que tanto adultos como niños deberían reducir la ingesta de estos últimos a menos del 10 % de la ingesta calórica total.
En cambio, si se consume frutas o yogures, se ayuda a prevenir gran cantidad de enfermedades, a causa de que estos contribuyen con su desarrollo y el buen funcionamiento intestinal, precisa la especialista. Los adultos cometen varios errores por desconocimiento. Algunos dicen que las frutas se ponen negras o en otras ocasiones saben que es más rápido ir a la tienda por una bebida azucarada que realizar un jugo natural en casa, señala Zuluaga.
Sin embargo, lo anterior no puede convertirse en excusa. La razón que da la docente es que la alimentación brinda energía durante el día y lo que se coma en la niñez influye en la salud cuando ya se es adulto.
Estrategias para empacar
En el caso de las frutas se pueden picar y aplicarles limón, o venden cuchillos especiales para que ellos mismos puedan partirlas en cualquier lugar que se encuentren. Para mayor facilidad está la mandarina o la manzana.
Otra gran forma que aconseja la nutricionista es contar con ellos para la preparación y compra: “No se trata de permitirles elegir todo lo que se les antoje, se trata de enseñarles sobre lo que es nutritivo y lo que no”.
Asimismo, recomienda utilizar utensilios herméticos, de esta manera se evita que se hagan regueros y que llevar lonchera se convierta en una mala experiencia.
Distribución alimenticia
Todo depende de lo que come el niño en casa durante el día. Si toma lácteos antes de ir a estudiar no es necesario que consuma alguno durante la jornada escolar. Por eso es de gran importancia conocer sus hábitos de consumo.
Una lonchera saludable debe contener una porción de frutas, preferiblemente que sea su favorita, unas galletas reducidas en azúcar, yogur (si tiene sobrepeso buscar que sea reducido en grasa), el dulce debe ser pequeño y bebidas en agua para favorecer la hidratación.
El mayor beneficio que trae una alimentación balanceada durante la edad escolar es el desarrollo del coeficiente intelectual: “Un niño bien alimentado va tener mejor desempeño académico”, explica Natalia Zuluaga.
Las porciones exactas van a depender de la edad, la estatura, la actividad física que se haga y si se tiene alguna condición o enfermedad específica, por eso, a veces, es necesario recibir asesoría de un profesional.
Por otro lado recuerde que la OMS indica que en frutas y verduras se debe consumir al día por lo menos cinco porciones; en agua se debería llegar al litro y medio; las harinas y carbohidratos deben ser más frecuentes, ya que son los alimentos que realizan un aporte energético.
La lonchera es un complemento a las tres comidas principales del día, reitera la docente. Aconseja que en ellas se debe procurar consumir grasas de calidad: aceites de girasol o soya e incluir las del aguacate y el consumo de frutos secos. Por estar en edad de crecimiento, los lácteos hacen un gran aporte de calcio.
Para la adquisición de proteínas las carnes se deben variar, y en caso de no adquirirlas, por su costo, se pueden reemplazar por leguminosas como frijoles y garbanzos. El huevo es fundamental.
Natalia Zuluaga dice que ningún plato se debe dejar pasar solo porque en el colegio ya comieron algo.